Estás en tu sofá viendo capítulos de Californication. En tu mirada, un sucedáneo de nirvana similar al
que experimentaba Martin Sheen cuando se dejaba hipnotizar por el ventilador de Apocalipsis
Now (aunque tú aspiras a convertirte en
algo más parecido a su hijo Charlie).
Y entonces, de repente...
... una llamada telefónica irrumpe en tu paraíso de desidia.
¡¡Mierda!! Te acaban de contratar para currar en otra serie.
¿Por qué cojones hiciste aquella prueba de guión? ¿Por qué coño dejaste un buen recuerdo en aquella productora, en tu anterior trabajo?
Bueno, ¡tranquilidad en las masas! Aquí estamos los
Guionistas de Canarias para abrirte los ojos y la mente. Tengo un par de
revelaciones para ti, y gracias a ellas, el trámite de desarrollar esa serie para la productora X
en la que está interesada el canal de televisión Z no se convertirá en un
infierno.
Si adoptas la actitud adecuada, ES POSIBLE que el “arduo”
proceso de creación de ese producto televisivo se convierta en unas largas
vacaciones de varios meses de duración.
La clave está en que, aunque tú aún no lo sepas (ni ellos
tampoco) los productores y los directivos de televisión van a convertirse en tus mejores
aliados.
¿Por qué?
Porque hay otra cosa que ignoran esos productores y esos
directivos:
Que cuando te piden una comedia rompedora, innovadora, de
veinte minutos por capítulo, estilo Modern Family, con estética de falso documental... en realidad
te están pidiendo una sitcom de 70 minutos tipo Aída.
Que cuando te encargan el Lost español, en realidad quieren llegar de nuevo a Los
Serrano, pero por la puerta de
atrás, como Colón llegó a las Indias.
Que cuando quieren reescribir la historia de la televisión, en realidad quieren repetir la historia de la televisión.
A mí me gusta llamarlo “el cuento de la anti-sopa de
piedra”. Si en el cuento original declaraban la intención de cocinar
una sopa con una única piedra y luego, de manera sutil, le iban
añadiendo más y más ingredientes... en el audiovisual español la cosa funciona al revés:
sustrayendo poco a poco todos los ingredientes originales, hasta que lo único
que sobrevive es la puta piedra.
Cuanto antes lo asumas, menos tiempo y energía
desperdiciarás intentando escribir algo decente.
Métete esto en la cabeza: Esos jefazos no te han contratado
por tu talento, ni por tus ideas frescas. Lo único que esperan de ti es que te
conviertas en un instrumento a través del cuál ellos puedan plasmar en el papel
y en la pantalla lo que quieren, es decir: La misma mierda de siempre.
A efectos prácticos, el guionista pertenece a la misma
familia que la grapadora y el rotulador.
¡Siéntete liberado! Nadie espera gran cosa de ti. Cuando
llegue el momento, alguien te dictará entre líneas lo que tienes que escribir en el piloto y en la biblia del proyecto. Probablemente lo haga el “director de creatividad”, el
“director de ficción” o el “director de macramé”, o el "director de antioxidantes naturales" (el 90% de la creatividad de
una empresa audiovisual se invierte en inventar cargos absurdos para que los
mandamases puedan enchufar a sus amiguetes y pagarles un sueldazo)
La última versión de guión, el último documento de venta...
no exigirán demasiado esfuerzo. Los escribirás en dos tardes y será tan sencillo
como rellenar una plantilla que ya se ha utilizado cien veces, como obedecer a un
rito que se perpetúa a sí mismo desde el principio de los tiempos (es decir,
desde Médico de Familia o Vip Noche)
Ello implica que durante varios meses todos os vais a
dedicar a marear la perdiz. ¿Y sabes qué? De ti depende que dicho proceso de mareo de perdiz
se prolongue tanto en el tiempo... ¡que se traduzca en medio año de cobrar un sueldo por hacer
casi nada!
¿Cómo lograrlo?
Es muy sencillo: Intenta parecer HBO.
Cada vez que hagas una entrega, finge que todavía piensas que
es posible cambiar el audiovisual español. El productor o el directivo de turno
deben creer que intentas venderles The Wire,
Madmen o Breaking Bad. Es lo que se espera de ti.
¡Eh! ¡Tranquilo! ¡No te asustes!
No es necesario esmerarse. Estoy hablando de un HBO “a la
española”. (porque para algunas cosas, como ésta, Canarias sí es España)
En una auténtica serie de HBO o de ACM hay decisiones
arriesgadas, atípicas, iconoclastas... pero resulta que todo ello, en el fondo, está tan
trabajado, tan meditado... que por algún extraño motivo funciona, encaja, revoluciona la manera de escribir ficción.
Tus superiores esperan que tú intentes algo parecido, pero
sin lograrlo. ¡Así que relájate! Presenta una basura pretenciosa, una paja
mental con personajes que reaccionan como nadie lo haría, un engendro que no haya por dónde cogerlo. Si se trata de una
comedia, no te luzcas con los chistes: apuesta por ese "humor" irónico que no busca la carcajada, sino la sonrisilla cómplice. Esa clase de mierda.
Recuerda que el único objetivo de cada entrega es ser
rechazada y subirle la autoestima al productor haciéndole recordar que él sabe de
esto mucho más que tú. Para eso te pagan.
Así que todos contentos: Tú irás cumpliendo los plazos sin
desgastar tus neuronas, sin teclear durante más del 10% de tu jornada. Tus
superiores asumirán que te estás esforzando, pero que simplemente eres
guionista y quieres hacer cosas que no son comerciales porque eres un intelectual intenso de mierda con demasiados pájaros en la cabeza.
Por otra parte, esos productores y directivos tardarán
semanas en leerse cada envío y eso, para ti, equivale a semanas viendo porno,
jugando a videojuegos, mirando vídeos de Youtube en la oficina o, si tienes
mucha suerte, en tu propia casa.
No obstante si, por muy canario que seas, quieres adelantar trabajo
para que no te pille el toro; para no tener que invertir más de cinco
horas en el documento final, cuando ya todas las cartas se descubran sobre el
tapete... lo único que tienes que hacer es agenciarte un documento de word con
el piloto de Siete Vidas o cualquiera de sus clones e ir poco a poco (tampoco
hay que agobiarse con las prisas) cambiando los nombres de los personajes
originales por los tuyos.
Y ATENCIÓN, MUY IMPORTANTE: En todas las reuniones que tengáis con el jefazo, éste siempre
propondrá para la trama algún chiste estúpido que no tiene puta gracia, que
ni siquiera encaja en el tono de la serie. Os dirá (siempre) que no tenéis por
qué usar exactamente ese chiste, que lo dice por poner un ejemplo, “pensando en voz alta”. Pues bien: Es indispensable que incluyáis ese chiste en el guión. El directivo
en cuestión ignora que desea con toda su alma ver ese chiste ahí plasmado, pero
es de vital importancia que vosotros seáis conscientes de ello.
Encuentro especialmente útil este post... Pero Christina Hendricks y su escote, ¿qué hacen ahí exactamente?
ResponderEliminarEn el post se menciona "Madmen", así que lo consideré MUY pertinente! (y prominente)
ResponderEliminarEste post se merece que se envíe a todas las escuelas de guion de España.
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