lunes, 11 de marzo de 2013

Cheetos: La elección

¡Bienvenidos a la nueva sección de Guionistas de Canarias!

Una sección donde hablamos del mejor invento para procrastinar en forma de comida que se haya inventado jamás: Los Cheetos.


Comer Cheetos es una religión en sí mismo. Son, con diferencia, el aperitivo que más mancha en relación directa con lo que tarda en prepararse (es decir, abrir la bolsa) y, por lo tanto, el que más te aleja del teclado del ordenador. Es por eso que los Cheetos son el complemento perfecto para el guionista de hoy.

Hasta donde he podido investigar (es decir, bajar al Carrefour y echar un ojo) hay SEIS tipos de Cheetos. Es importante saber a qué nos enfrentamos para poder decidir qué variedad es la mejor para nuestra procrastinación:

  • Cheetos Pandilla: También conocidos como "Cheetos Drakis" tienen forma de vampiros y fantasmas. No son muy recomendables ya que son los que menos manchan, pero pueden servir para una fiesta de Halloween, hacer el polla un rato con la decoración o, simplemente, para rellenar con ellos una lata de Pringles y darle el cambiazo a Papita Suavealgún pringao cuando no mira.
  • Cheetos Gustosines: Gustosines mis cojones. Esto son los Gusanitos de toda la vida pero sin sabor... Es decir, como los Gusanitos de toda la vida. Lo único bueno que tienen es su capacidad gomosa para dar sed hasta a un camello. Siempre ten uno a resguardo para invitar a visitas indeseadas (torturándolas sin darles agua) o para incitar a cualquiera que lo ingiera a que empecéis a beber alcohol.
  • Cheetos Pelotazos: Empezamos a acercarnos al "Cheeto Óptimo". Los Pelotazos enguarran que dan gusto y su sabor a "queso" es más que suficiente. Por desgracia, su forma de balón los hace más difíciles de comer cuando están en el fondo de la bolsa. Para contrarrestrar esto último, sus líneas negras te hacen preguntarte qué tipo de derivado del petróleo se usa para hacerlos y, por lo tanto, te dan la excusa perfecta para buscar en Google.
  • Cheetos Rizos Rollitos: El original. Grasos como ellos solos y con un sabor jodidamente insano. Su color naranja los hace perfectos para su uso posterior y, además, se agarran muy bien.
  • Cheetos Stick: Una variante del original. Más cuadradotes y, por lo tanto, con más masa que morder. Son iguales que los anteriores pero llenan más, por lo que te permiten saltarte la cena directamente. Definitivamente, el Cheeto Óptimo.
  • Cheetos Mix: Son una combinación de todos los anteriores en una única bolsa. ALTAMENTE PELIGROSOS. Si alguna vez habéis probado a mezclar alcohol y os habéis arrepentido NO LO PROBÉIS CON LOS CHEETOS.
Conclusión: Recomiendo fervientemente los Cheetos Stick con una única excepción. Si gustáis de trabajar en grupo (u os obligan a hacerlo), usad los Cheetos Pelotazos, ya que las conversaciones hipocondríacas saldrán por sí mismas y, con ellas, las excusas para dejar de trabajar un rato.

Mañana: La vestimenta.

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